21
Enero
Madrid

Iniciamos la terapia con animales (TAA) – “LAIA”

Desde EULEN apostamos cada día por la innovación y la mejora en todos los aspectos de nuestros trabajos, es por esto que, una vez más, hemos querido utilizar en nuestro trabajo nuevas formas de tratamiento que están dando muy buenos resultados.

En los últimos meses hemos participado en un programa piloto junto con el centro de servicios sociales de la Guindalera, perteneciente al barrio de Salamanca, que consistía en tratamientos a domicilio tanto de terapia ocupacional como de terapia con animales. El objetivo era ofrecer a las personas usuarias de la tercera edad, beneficiarias del servicio del SAD, un tratamiento nuevo que facilitase su independencia para las actividades de la vida diaria, mejorara su estado de salud en conjunto y paliara los síntomas de soledad y depresión que se generalizan en esta población.

De ahí que se trabajaran las dos vertientes del tratamiento en conjunto dando a elegir a los beneficiarios que tipo de terapia querían.

Si nos centramos en la parte novedosa del programa, la terapia con animales, podemos destacar que se superaron de manera increíble las expectativas que se habían puesto en el proyecto. Los objetivos principales que se establecieron tales como disminución de la tristeza, aumento de la independencia física y cognitiva se han conseguido añadiendo multitud de beneficios con los que no se contaba.

El simple hecho de anticipar la visita del perro al domicilio hacía que ese día la persona usuaria se levantara con una energía renovada. La mayoría de ellos salían a la calle con la perra por lo que se vestían y arreglaban nada más levantarse, algo que no suele suceder en personas que no salen de su domicilio por no tener un motivo importante. Recordaban perfectamente lo que podía o no podía comer la perra y cuáles eran sus golosinas preferidas por lo que ponían en marcha su memoria para acordarse de prepararlas. Además ese día, los dolores quedaban relegados al olvido, las incapacidades para caminar o sujetar la correa desaparecían en el momento que paseaban acompañados de la perra. Esto facilitaba también la socialización en personas que podían pasar días y días sin hablar con nadie. Gente muy conocida en sus barrios que apenas salían de casa y que a hacerlo acompañados de la perra volvían a hablar con sus vecinos únicamente para contarles cómo se llamaba su acompañante, lo buena que era, como le brillaba el pelo y lo cariñosa que se mostraba con ellos.

Frases como: “Laia me ha devuelto la alegría”…”Desde que ella viene me siento más joven”…”Nadie me había dado tanto cariño nunca”…

No olvidemos que muchos de los usuarios se encuentran en una situación de soledad importante porque, a pesar de tener familia, los ritmos de trabajo de hoy en día impiden que se les visite con frecuencia.

En cuanto a los usuarios que no se podían mover de casa por su discapacidad física, hemos observado grandes beneficios también. La mejora del estado anímico ha superado a la ganancia de independencia física. Todos afirman que tras las visitas de Laia se encuentran más despiertos y motivados y que su relación con sus hijos, familiares y conocidos ha mejorado visiblemente porque ellos están más contentos.

En resumen podemos decir que el programa de terapia asistida por animales a domicilio ha finalizado con un éxito rotundo mejorando la calidad de vida de todos los usuarios que han sido beneficiarios de él, por lo que desde EULEN seguiremos apostando por las terapias alternativas a la medicina tradicional como complemento a ésta para seguir trabajando dentro del marco de la atención centrada en la persona.